sábado, 6 de octubre de 2012

Cuidados al pie en diabetes

Cuidados del pie diabético no complicado

En los pacientes diabéticos, la neuropatía ,y a enfermedad vascular periférica, la limitación de la movilidad articulara la disminución de la resistencia a la infección, intervienen en el desarrollo del síndrome de píe diabético.

Una vez establecidas, las ulceraciones pueden provocar una calcada irreversible de acontecimiento.1; que culminan con la amputación del pie afectado.

La prevención, es por tanto, el mejor tratamiento; trabajando en equipo los profesionales de Atención Primaria pueden prevenir los problemas antes de que ocurran y tratarlos de forma prematura cuando aparecen.

En la declaración de Saint Vinceni se considera un objetivo prioritario la reducción de las amputaciones, de ahí que la principal medida propuesta en la misma sea la educación para e autocuídado. La educación a los pacientes se ha mostrado progresivamente como un elemento imprescindible del tratamiento. Joslin (1919) fue el primero en mencionarlo de forma explícita. Posteriormente han aparecido multitud de publicaciones reforzando este concepto. Una de las más significativas es la de J.P.H. Assal en Ginebra: "Una sesión de una hora y medía a los pacientes diabéticos sobre la prevención de lesiones en los pies permite un diagnóstico mucho más precoz, al mismo tiempo que es capaz de reducir el número y la extensión de las amputaciones".

La eficacia y rentabilidad de la enseñanza a pacientes diabéticos está fuera de lo da duda y hace tiempo que ha dejado de ser materia de discusión. El problema no es si la educación es eficaz, la cuestión es ¿Qué y a quién se debe enseñar?. ¿Quién debe enseñar y cómo debe enseñarse?.A toda persona diagnosticada de diabetes se le debe educar en el autocuidado de su enfermedad, el adiestramiento para el autocuidado de los pies tiene un lugar relevante. Se debe explicara entregar por escrito al paciente y aun familiar normas sencillas- Aunque todos los diabéticos deben conocer las generalidades del cuidado de los pies. Es conveniente plantear una estrategia de riesgo, identificando y educando intensivamente a los pacientes con mayor probabilidad de padecer un pie diabético. En términos generales, podríamos identificar como paciente de alto riesgo aquel que presenta alguna de estas características:

Edad avanzada, mayor de 40 años, más de 10 años de evolución de la enfermedad, mal control metabólico, tabaquismo, higiene deficiente, otras enfermedades o complicaciones diabéticas como retinopatía. nefropatia, etc., nivel socioeconómico o cultural bajo, aislamiento social o falta de apoyo familiar, exploración patológica del pie, amputaciones anteriores, presencia de úlceras, alcoholismo.


La clave del éxito en el tratamiento del pie diabético reside en:

  • Detectar precozmente al paciente con pie de riesgo, educación sanitaria apropiada, diagnóstico precoz y asistencia sanitaria rápida y correcta de cualquier lesión.

Con el fin de identificar precozmente al paciente de riesgo se aconseja realizar:

  • Examen rutinario de los pies. evaluar la higiene, el autocuidado y el calzado.

El número de revisiones debe adecuarse a las posibilidades de cada Equipo de Atención Primaria, es recomendable una revisión cada 2-3 meses en diabéticos de alto riesgo.

Los objetivos a conseguir deben ser consensuados por los miembros del Equipo de Atención Primaria. Deben adaptarse al estilo de vida del paciente, a las aptitudes individuales, estado socioeconómico, capacidad física y colaboración del paciente. Se proporcionarán sesiones específicas de enseñanza sobre el cuidado de los pies.

En estas sesiones deberán proporcionarles información sobre como realizar las siguientes actividades:


1.Revisión diaria de los pies
Cada día tras el lavado examinarán los pies para ver si hay eritemas, descamaciones, callosidades, fisura o úlceras. Mirar entre los dedos, en las uñas, en las zonas de presión, en las plantas el dorso de los pies. Se les recomendará el uso de un espejo para facilitar la revisión. Si el diabético tiene problemas de visión se le enseñará a un familiar
2. Higiene correcta de los pies.
  • La temperatura la deben comprobar con la mano o un termómetro.
  • El baño de pies debe ser corto no más de 5-10 minutos, para evitar la maceración- limpiar cuidadosamente los espacios interdigitales.
  • El secándose realizará con una toalla suave, fina, insistiendo en los espacios interdigitales. No usar secador.
  • Después usar una crema hidratante con lanolina, aplicándola con un ligero masaje evitando los espacios interdigitales. Evitar cremas irritantes y laico. Las uñas se cortarán tras el lavado, cuando estén blandas y limpias. Se pueden usar tijeras de punta roma cortando horizontalmente a nivel de la yema del dedo. No rapar las uñas en exceso.
  • Los calcetines deben ser suaves, adsorbentes, preferentemente de algodón o lana, sin costura ni remiendos, se cambiarán diariamente. Es recomendable usar medias enteras. No usar ligas o fajas que comprimen y dificultan la circulación.
  • El calzado debe ser transpirable preferiblemente de piel y ajustarse correctamente, es aconsejable oye tenga cordones. Se recomienda comprar el calzado a última hora de la tarde, cuando el pie pueda estar hinchado. Los zapatos nuevos deben ponerse progresivamente,
  • El zapato deberá tener la anchura suficiente para evitar presiones. el tacón recomendado será entre 2-4 cm. Si se usan plantillas deben ser iguales a la parte interna del zapato para evitar compresiones. Antes de ponerse los zapatos hay que inspeccionarlos por dentro para descubrir irregularidades como pliegues, grietas, clavos, piedras, etc.
3. Cuidados generales
  • No andar nunca descalzo, ni en la playa.
  • Caminar diariamente con un calzado cómodo, hacer ejercicios gimnásticos de dedos, tobillos y rodillas. Los masajes también son beneficiosos.
  • No fumar. Control metabólico estricto.
  • Si el diabético está encamado evitar las presiones continuadas que disminuyen la llegada de las sangre arterial y favorecen el edema. Los pies deben mantenerse calientes con ropa de abrigo, nunca hay que calentarlos con bolsas o botellas de agua caliente, mantas eléctricas, evitar las exposiciones prolongadas al sol,
  • Evitar cambios bruscos de temperatura. Si tiene una ligera herida lavar con agua y jabón, usar un antiséptico suave que no coloree en exceso la herida y enmascare su aspecto, cubrir con gasa estéril y esparadrapo hipoalérgico. Si no mejora en poco tiempo (24-48 horas) consultar con el personal sanitario del Centro de Salud.
  • No usar nunca callicidas para eliminar durezas- Si presenta callosidades y durezas es imprescindible descubrir la causa, puede ser necesario recurrir a un Podólogo u Ortopedia, para corregir puntos de apoyo anómalos
.
4. Cuidado de las heridas
  • Cuando acude a nosotros un diabético por una lesión, habrá que actuar con la mayor rapidez y extremar los cuidados: Alentar al diabético para que mantenga el control metabólico estricto. Deberá guardar reposo con la pierna afectada en alto. evitando la presión sobre la zona. Tomar una muestra de la herida para cultivo y antibiograma.
  • Lavar diariamente la úlcera con suero fisiológico estéril podemos usar antisépticos suaves tipo povidona yodada, clorexidina. Si existen esfacelos, costras, tejidos necróticos, retirarlos, bien sea con pomadas enzimáticas o desbridando de forma mecánica. Cubrir con gasa estéril y realizar vendaje de la zona sin comprensión.
  • El médico prescribirá tratamiento antibiótico u otros fármacos si observamos oye no progresa la cura o se infecta la herida. Si observáramos un cambio del aspecto de la herida o una evolución tórpida de ésta, derivaremos al hospital de referencia por si necesitara un tratamiento quirúrgico.
Para terminar reproducimos parte de una comunicación de J.P.H. Assal & Anne Lacroix: "Los conocimientos, habilidades y actitudes que engloba el concepto autocuidado en el paciente diabético no se adquieren leyendo folletos o escuchando consejos, la educación de pacientes es una de las más difíciles desde el punto de vista pedagógico. Los pacientes son alumnos particulares, muy heterogéneos por su edad, origen socio cultural y necesidades. No se trata de ofrecerles una cultura médica sino de permitirles adquirir las competencias necesarias para gestionar su vida cotidiana"

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